martes, 14 de julio de 2009

ranting

Que por la boca muere el pez/pues por la boca comenzamos/Y si tu tienes que beber, que sea de mi de mi de mi...

Ayer me desperté con buenas noticias por parte de mi madre, luego de una semana llenísima de malas y peores. Algo está cambiando, dije yo como dijo Julieta Venegas.

Entonces Canadá, el país antes tranquilón y buena onda, decidió ponerse gringoso y pedir visas a mexicanos, arruinando así cualquier traza de buen humor, esperanza o rayo de sol que hubiera en mi interior.

Así que llevo todo el día pensando en formas, comprobantes, fotos y procesos burocráticos que dan dolor de cabeza e incertidumbre. Ya había escrito un post acerca de las divertidas aventuras de mariajose en contra de los funcionarios gringos, pero con los canadienses está peor. Ni siquiera los voy a ver a la cara, así que el plan de mover las pestañas y decir "soy una excelente estudiante, me quiero quedar en México, sólo estoy yendo a que ustedes los primermundistas me den un curso rápido de periodismo" queda obsoleto.

Aquí hay que probar, con puros papeles, espacios insuficientes (no manches, quieren la historia COMPLETITA DE MI VIDA sin espacios huecos y me dan media línea para contestar) y preguntas cerradas: ¿soy estudiante?, ¿soy turista?. Un poquito de las dos y casi nada de ninguna.

Saber redactar, saber inglés y saber redactar en inglés no me está sirviendo de nada. La estúpida dirección de mi Universidad (CARRETERA A CHOLUL A 200 MTS DEL PERIFÉRICO??) y mi plan de viaje que mezcla negocios con placer prueban ser candaditos para mi capacidad comunicadora y para mi paciencia.

Hasta ahora, mi esperanza está puesta en que ya compré mi boleto y en que la institución que paga casi todo lo que haré ahí está muy interesada en mi participación en la Conferencia a la que me invitaron (ahora, si me merezco ese interés, es harina de otro costal jaja)... También en que pues en serio no me quiero quedar a vivir en Toronto...(JA!)

Pero ya fuera de mi propio coraje personal, está superjodido que un país pueda tomar una decisión así con sólo 24 horas de anticipación y chingar a la gente que quiere ir a gastar su dinero en otro lado que no sea territorio nacional, que es donde deberíamos quedarnos para reactivar la economía.

Blah, odio al Orden Mundial en mi vida diaria, pero un poco más hoy. Hay todo un PDF con 4 páginas que explica cómo debes tomarte las fotos, otro de 10 que da instrucciones precisas para mandar los papeles, y 3 de las mentadas aplicaciones. Esta cultura de los formularios tiene algo muy podrido detrás, que seguro otros bloggers odian y denuncian todos los días.

Yo sólo sé que antes mi mayor preocupación era dónde dormir en Toronto los cinco días extras que me iba quedar, y ahora no puedo dejar de pensar en mi boleto que no es reembolsable, en el de mi amiga Mariana que se iba a unir a mi aventura y en todo lo que esperaba-espero!- aprender en una conferencia internacional para periodistas estudiantes.

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