miércoles, 30 de julio de 2008

Más Clarissa Dalloway

"Por experiencia, Clarissa sabía que el éxtasis religioso endurece los modales de la gente (igual que las causas); amortigua su sensibilidad, ya que la señorita Kilman era capaz de hacer cualquier cosa en favor de los rusos y se mataba de hambre por los austríacos, pero con su comportamiento privado infligía una verdadera tortura al prójimo, tan insensible era, ataviada con su impermeable verde."

Enamorada estoy de Virginia. Leo cada pequeña frase como un regalo.

Aún así, no logro terminar el libro (los libros: Al faro está también esperándome)... No es que supere mi intelecto (espero!), sino que, como dije, es como un regalo que hay que ir desnvolviendo muy lentamente, hasta estar seguro de que todas las capas están a la vista.

Estoy leyendo y siento la necesidad de mostrarle a alguien: mira esta hermosa frase. Mira todo lo que dice.
Lo que puse aquí no es lo mejor, sólo lo que leí en este instante. Y es tan cierto.

En otras noticias de libros, ayer terminé En América. Me gustó muchísmo, tanto como la historia como la forma en la que está escrito. Siempre cambiante. De verdad no quería que se acabara...

Lo siento por la falta de cohesión en las últimas entradas. Es que tengo al cabeza revuelta con tantas palabras ajenas (y tan sublimes!), que da trabajo escribir algo propio.

Más mañana. Es hora de dormir y me duele la cabeza.

2 comentarios:

Nadia dijo...

Cuando un narrador nos cautiva, queremos narrar otra vez la historia leída, además de nuestra experiencia de su lectura... y cómo nos gustaría hacerlo con sus palabras.

María José dijo...

oh si.

ah! y bienvenida :)