viernes, 26 de diciembre de 2008

pájaros en la cabeza

Me gusta la certeza. Raramente tengo el placer de conocerla, pero me gusta. Los puntos medios, las medias tintas, los medios tonos. Me ponen nerviosa. Quiero saber todo de todo, tener una posición, delimitar mi territorio.

Y ahorita, más que nunca, estoy parada en tierra de nadie. Es emocionante, a veces, este precipicio. Pero todos saben que en realidad me dan miedo las alturas.

El único lugar donde me gustan las eternas posibilidades es una librería. Ya no leo tanto como quisiera, pero simplemente estar rodeada de libros me calma y me centra. Las respuestas están ahí. Las palabras exactas para cada cosa. Lo que hemos aprendido, lo que todavía nos causa dolor. Lo que quiero decir, lo que nunca quisieras oír.

Claro que hay que saber escoger, y lo que se escribe no es siempre lo que se quiere decir, lo que se quiere decir no es siempre lo que se escribe. Pero si los libros no tienen las respuestas, al menos tienen las preguntas correctas.

Y eso a veces es suficiente.

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